La neuralgia del trigémino es un repentino dolor facial, que comienza de forma leve. Puede ser ocasionado por causas tan comunes como sonreír o cepillarse los dientes, pero aumenta de intensidad de forma rápida. Para descubrir si este es tu caso, lo mejor que puedes hacer es conocer todo lo posible sobre este padecimiento. De esta manera podrás distinguirlo de otros dolores craneofaciales. Esto te permitirá encontrar una solución efectiva a tan desagradable problema.
¿Qué es la Neuralgia del Trigémino?
La neuralgia del trigémino también recibe otros nombres, como prosopalgia o tic doloroso. Se trata de un trastorno que afecta el funcionamiento del nervio trigémino, el cual se encarga de transmitir al cerebro las sensaciones que experimenta el rostro.
Este trastorno se caracteriza por un dolor crónico en la región facial, que puede desencadenarse con una mínima estimulación de la zona afectada. Cepillarse los dientes, afeitarse, incluso sonreír, pueden ser desencadenantes de un intenso dolor en toda la región de la cara.
En otros tiempos se llegó a llamar a esta dolencia “la enfermedad de los suicidas”, por lo desesperante que resultaba para la persona afectada. Yes que con frecuencia los afectados describían la sensación como un “disparo súbito”.
Por lo general, este padecimiento afecta a las personas mayores de 50 años, especialmente a mujeres, y en los casos donde afecta a las personas menores de 40 años, su causa suele ser la presencia de un tumor. Debido a lo repentino de la aparición del dolor, el uso de analgésicos es poco efectivo para tratar esta dolencia. Cuando el uso de medicamentos resulta inefectivo o insuficiente, se recurre a la cirugía como método de tratamiento. La neuralgia del trigémino se considera el dolor más agudo conocido en la práctica médica
¿Cuáles factores causan la Neuralgia del Trigémino?
El nervio trigémino es el responsable de transmitir las sensaciones de tacto y dolor de la región facial al cerebro. Cuando este nervio sufre una presión accidental o inesperada, sufre una alteración en sus funciones.
Esta alteración es la causa del intenso dolor. Las causas más frecuentes de esta presión en el nervio trigémino son:
- Un tumor o un vaso sanguíneo hinchado.
- Trauma facial o cirugía oral, que podría causar una lesión en el nervio.
- Un aneurisma en una arteria próxima a un nervio cercano al encéfalo.
- Un accidente cerebrovascular.
- Ciertas enfermedades, como la esclerosis múltiple o afecciones que deterioran la mielina.
En algunos casos, la causa exacta del inicio de la enfermedad resulta desconocida. Esto, aunado al hecho de que hay múltiples afecciones causantes de dolores faciales, podría complicar su diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas de la Neuralgia del Trigémino?
El dolor causado por una neuralgia del trigémino puede comenzar de forma espontánea o al hacer contacto con un punto específico de la cara, los labios o la lengua. Una neuralgia del trigémino puede reconocerse al presentarse uno de los siguientes patrones:
- Espasmos de dolor muy intenso, que pueden percibirse como descargas o pulsaciones eléctricas.
- Ataques de dolor desencadenados por acciones físicas en la región facial. Generalmente afecta un solo lado del rostro, comúnmente alrededor del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara. En raras ocasiones, el dolor afecta ambos lados del rostro.
- Los episodios se hacen cada vez más intensos y frecuentes.
- El dolor comienza en un solo lugar, pero rápidamente se disemina en una zona más amplia.
En algunas ocasiones, la persona experimenta una sensación similar a la de la migraña. A esto se le llama neuralgia del trigémino del tipo 2. En otros casos, el dolor se presenta más como un ardor o quemadura, que como una sacudida o golpe eléctrico.
¿Cómo se diagnostica?
La forma que adopte el dolor será la base de cualquier diagnóstico realizado por un especialista. Al estudiar las características del dolor, el médico tendrá en cuenta:
- Forma de aparición, así como el tiempo que dura, si es repentino, sorpresivo o breve.
- Dónde se ubica: qué partes del rostro afecta, cómo evoluciona y hacia dónde se extiende.
- Factores que desencadenan: que lo inicia, con cuáles acciones físicas aparece con más frecuencia y si existen o no agentes externos.
Una vez que se hayan estudiado las características del dolor, se procederá a realizar una serie de análisis. Estos tendrán como propósito de determinar las causas subyacentes.
Entre estas pruebas tenemos:
- Resonancia magnética de la cabeza.
- Angiografía del cerebro.
- Exámenes de la vista.
- Tomografía del cerebro.
- Prueba de reflejos del nervio trigémino.
De esta manera se obtendrá la información necesaria para proporcionar un tratamiento adecuado, acorde con las necesidades del paciente.
Tratamientos
Por lo general, el médico recetará el uso de medicamentos con la intención de bloquear o al menos disminuir las señales de dolor enviadas al cerebro. Los medicamentos más comunes para este objetivo son:
- Anticonvulsivos, siendo la carbamazepina el más frecuente, aunque también se pueden usar otros medicamentos como oxcarbazepina, fenitoína y clonazepam.
- Relajantes musculares o espasmolíticos,
- Antidepresivos tricíclicos.
- Inyecciones de bótox.
Estos tratamientos buscan en muchos casos eliminar o reducir la causa de la alteración del nervio, eliminando aquello que lo presiona y en algunos casos, cortar o seccionar quirúrgicamente el nervio por completo. Entre las cirugías más frecuentes, encontramos:
- Descompresión microvascular.
- Radiocirugía.
- Inyección de glicerol o alcohol.
- Ablación por radiofrecuencia.
- Compresión con balón percutáneo
Por otra parte, si la causa de la neuralgia del trigémino es un tumor, se deberá realizar una cirugía para extirparlo. Quizás la mayor enseñanza que nos deja el conocimiento de esta enfermedad es que a pesar de lo terrible que nos pueda resultar, es completamente curable en la mayoría de los casos, e incluso eliminable. Ya sea a través de medicamentos o cirugía, finalmente es posible vencer a esta enfermedad en la actualidad.
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