Meningitis

A pesar de ser una enfermedad poco común, también es un padecimiento que puede ocurrirle a cualquiera, ya sean niños o ancianos. La meningitis tiene un grado de peligrosidad elevado, no solo para el cerebro sino también en el organismo en general. Es por esto que la mejor manera de prevenir la enfermedad, es conocer cuáles son los síntomas, de la manera más sencilla posible. En este artículo se explicará con detalle toda la información.

De igual forma, la respuesta a los fármacos depende mucho de la circunstancia particular del paciente. Por ejemplo, en caso de parásitos, ciertos medicamentos pueden usarse para reducir la reacción del cuerpo a la presencia del parásito, más que a la enfermedad misma.

¿Cuáles son las causas de la Meningitis?

Dependiendo de su etiología, la meningitis puede ser causada por un virus, siendo esta variedad la más común, seguida en frecuencia por aquella causada por agentes bacterianos y, finalmente, aquellas ocasionadas por infecciones micóticas. Cada una cuenta con diferencias específicas:

• Meningitis virales: Los bebés menores de 1 mes, así como las personas con sistemas inmunes debilitados, tienen mayores probabilidades de sufrir una enfermedad grave producto de una meningitis viral. Entre los virus más comunes causantes de esta variedad se encuentran los enterovirus no poliomielíticos, el virus de las paperas, el del sarampión y la influenza.
• Meningitis bacteriana: Este es, sin lugar a dudas, el tipo más peligroso y mortal de todos. Esta infección incluso puede causar discapacidades permanentes en las personas afectadas, tales como daño cerebral, pérdida auditiva y dificultades de aprendizaje. Varios tipos de bacterias pueden causarla. Las más comunes son el Streptococcus pneumoniae o neumococo, el Estreptococo del grupo B y la Haemophilus influenzae, o cocobacilos.
• Meningitis micótica: Se produce cuando un hongo se propaga desde alguna parte del cuerpo al cerebro o a la médula espinal. Algunos de los agentes causantes de la meningitis micótica son el Cryptococcus, el Histoplasma, el Blastomyces y el Coccidioides.

Por último, varios parásitos, el cáncer, el lupus, ciertas drogas, lesiones craneales y la cirugía cerebral podrían causar esta enfermedad también.

¿Cuáles son los síntomas de la Meningitis?

A pesar de sus distintos orígenes, los diferentes tipos de meningitis compartirán algunos de sus síntomas. Los más comunes entre niños, jóvenes y adultos, son:

• Dolor de cabeza.
• Rigidez de cuello.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Falta de apetito y energía.
• Estado mental alterado.

Los síntomas iniciales de la meningitis viral son bastante similares a los de la meningitis bacteriana, pero la segunda es mucho más grave y puede causar serias complicaciones, como daño cerebral. Los microbios que causan la meningitis bacteriana también pueden asociarse a otras enfermedades graves, como la septicemia.

Es posible que los recién nacidos y los bebés en general no tengan los síntomas clásicos que se mencionaron antes o sea muy difícil notarlos, por lo que se recomienda acudir con un especialista, en caso de presentar más de uno.

¿Cómo se diagnostica la Meningitis?

Si el médico sospecha de la existencia de la enfermedad, ordenará pruebas de laboratorio específicas, como muestras de sangre o de líquido cefalorraquídeo. También es posible que el médico realice otros análisis, obteniendo muestras de la nariz, garganta e incluso de heces.

El procedimiento para su diagnóstico puede incluir la punción lumbar, en los casos en que sea necesario extraer el líquido de la médula espinal. Otros exámenes utilizados con frecuencia son la serología o la tinción Ziehl-Nissen.

Finalmente, el último paso incluye la prescripción de antibióticos, corticosteroides o antivirales. Es el sistema inmunitario del paciente quien en última instancia determina la duración definitiva del tratamiento. Es decir, un paciente con un sistema inmunitario débil hará que el tratamiento sea más largo, así como también el tipo de hongo que causó la infección.