Se considera como aneurisma a la afección vascular que origina debilitamiento en las paredes arteriales. Cuando se ubica en el cerebro se le conoce con el nombre de aneurisma cerebral y su clasificación etiológica es diversa. En este artículo se presentan las causas, síntomas y diagnóstico de este padecimiento. Si te interesa saber más, sigue leyendo y descubre toda la información relevante acerca de esta afección. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber para tratarlo correctamente.
¿Qué es un Aneurisma Cerebral?
Un aneurisma cerebral es la dilatación arterial de un vaso sanguíneo. Este puede ser de tipo congénito o producirse por diversas causas, como el tabaquismo o el consumo de estupefacientes. Si llega a romperse puede producir un accidente cerebrovascular.
La primera descripción de un aneurisma se realizó en el año 1765. No obstante, no fue hasta 1933 que se realizó la primera cirugía para tratarlos. En la actualidad se distinguen tres tipos de aneurisma diferentes: fusiforme, disecante y sacular.
De igual forma, también pueden clasificarse de acuerdo al tamaño y lugar donde se localizan. Los más pequeños pueden llegar a medir 3 milímetros, mientras que los más grandes llegan hasta los 50 milímetros. En cuanto a la localización, lo más común es que se encuentren en la base del cerebro.
Por lo general, muchos aneurismas cerebrales no llegan a romperse. Sin embargo, cuando esto ocurre el tratamiento debe ser inmediato, ya que ocasiona un grave riesgo a la salud del paciente. Esto se debe a que el exceso de sangre puede aumentar la presión intracraneal y eventualmente causar muerte cerebral.
¿Cuáles son las causas de una Aneurisma Cerebral?
Existen muchos factores que pueden incrementar la posibilidad de sufrir un aneurisma cerebral. Algunos tienen que ver con hábitos nocivos, como el consumo de sustancias, tabaquismo y exceso de alcohol. Los antecedentes familiares también juegan un papel importante. La edad también puede considerarse como un factor de riesgo, ya que se trata de un padecimiento frecuente en las personas mayores. Por último, hay una mayor incidencia en mujeres que en hombres.
En algunos casos la aparición de un aneurisma puede deberse a enfermedades como la poliquistosis renal o la presión arterial alta. Aquellos que se clasifican como aneurismas cerebrales saculares tienden a originarse en bifurcaciones arteriales y poseer forma similar a una cereza.
Los aneurismas fusiformes se distinguen por tener una forma más alargada y dilatada. En estos casos suele ser frecuente la aparición de trombos, lo que puede incidir negativamente en la circulación.
¿Cuáles son los síntomas de un Aneurisma Cerebral?
Buena parte de los aneurismas cerebrales son asintomáticos, siempre que no se rompan. Si además son pequeños, no existe un riesgo grande de morbilidad. En cambio, cuando son de mayor diámetro pueden ocasionar trastornos conductuales. Estos son algunos de los síntomas más importantes:
- Fallos en la visión y parálisis en los párpados.
- Desequilibrio y poca coordinación.
- Rigidez en el cuello.
- “Ruido” en los oídos.
Presentar algunas de estas señales es una razón suficiente para acudir a un neurólogo y someterse a exámenes médicos. En cambio, si presenta otras características, como un dolor de cabeza intenso y repentino, puede ser un indicador de que el aneurisma se ha roto. Otros síntomas significativos pueden ser:
- Confusión generalizada.
- Crisis convulsivas.
- Alteraciones de conciencia.
- Dificultad para hablar.
En algunos casos el paciente puede desarrollar aversión a cualquier tipo de luz y presentar dilatación en las pupilas. Es importante señalar que en caso de una rotura es imperativo acudir al médico. De no hacerlo en las siguientes dos horas, el riesgo incrementará de forma considerable.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar un aneurisma cerebral es necesario realizar una serie de pruebas, además de diversos exámenes computarizados. Algunas de las más comunes, son:
- Resonancia magnética: se usa para detectar cualquier anomalía en el cerebro. Este procedimiento utiliza ondas electromagnéticas para crear una imagen exacta de la masa encefálica.
- Estudio de líquido cefalorraquídeo: la presencia de glóbulos rojos en el líquido cefalorraquídeo puede probar la existencia de una hemorragia subaracnoidea. Esta muestra se extrae a través de una punción lumbar.
- Tomografías: tienen como finalidad hacer una exploración del córtex cerebral, a través de un sistema de rayos X. La idea es captar una imagen en forma bidimensional.
- Angiografía: parte del mismo principio que la tomografía, con la diferencia de que se utiliza un catéter especial. Este se introduce a nivel de la ingle y llega hasta el cerebro. Allí se inyecta un tinte especial que deja en evidencia el estado de las arterias. Sin embargo, es mucho más invasiva y solo debe realizarse en casos extremos.
En caso de necesitar alguno de estos exámenes, recomendamos consultar a un neurólogo de confianza. Él sabrá cuál es la opción más adecuada.
Tratamientos
El tamaño y la ubicación del aneurisma cerebral determinará el tratamiento a seguir. Por ejemplo, diversos fármacos como los analgésicos, el ácido acetilsalicílico y la nimodipina pueden ser de gran ayuda. Incluso algunos anticonvulsivos, como el divalproato sódico son útiles para prevenir esta afección.
A nivel quirúrgico, el grapado puede ser una solución efectiva. Algunos procedimientos, como la embolización, funcionan para detener el flujo de sangre. Por otra parte, en casos puntuales el médico puede sugerir el uso de un stent para solucionar el problema.
El principal factor de riesgo de estos procedimientos es que pueden ser contraproducentes si se produce una posible rotura. Por lo que es común que, en estos casos, el médico prepare una nueva operación, en caso de que sea necesario.
Por último, es importante recalcar que los aneurismas cerebrales son completamente prevenibles. No usar drogas recreativas, evitar el consumo de tabaco y disminuir la ingesta de alcohol pueden hacer una gran diferencia en la salud de cualquier paciente.
Si necesita una opinión profesional, consulte a un neurólogo. En caso de que requiera un diagnóstico o desee resolver todas sus inquietudes, puede solicitar una cita con la doctora Lorena Cuéllar, Neurólogo en México. Tan solo debe rellenar el formulario que se presenta a continuación y con gusto lo contactaremos.
